El manejo del personal en el Country Club El Venado se ha convertido en otro foco crítico de la gestión actual. Más allá de las finanzas, la Comisión Revisora de Cuentas (CRC) detectó una serie de prácticas completamente irregulares vinculadas a la liquidación de sueldos, préstamos sin sustento y un trato desigual entre empleados. Estas situaciones no solo representan un riesgo legal, sino también una clara muestra de favoritismo y falta de profesionalismo.
Liquidaciones incorrectas y sueldos inflados
Uno de los puntos más preocupantes del informe es la reiterada liquidación incorrecta de sueldos, muchas veces sin considerar las novedades informadas ni respetar topes legales. Se detectó que:
- Se pagaban horas extras por fuera de lo permitido legalmente, en algunos casos auto-aprobadas por el mismo personal.
- No todos los empleados cumplían con el fichaje obligatorio de ingreso y egreso, pero igualmente cobraban horas extra o francos trabajados.
- Existieron casos donde se abonaron sueldos duplicados o inflados sin justificación alguna.
Préstamos personales fuera de control
La situación se agrava con los préstamos personales y adelantos salariales entregados a discreción y sin ningún tipo de registro contable, aprobación documentada ni plan de recupero. Ejemplo paradigmático:
- A la empleada Micaela Martins se le otorgaron:
- Sueldo del 10/1/2025: $1.252.000
- Anticipo del 14/1: $500.000
- Préstamo del 31/1: $3.000.000
- Sueldo de febrero: $2.170.000
- Sueldo de marzo: $2.320.000
Sumas desproporcionadas y sin respaldo, que generan un perjuicio directo a las arcas comunes del Country. Además, otros empleados como Mónica Greggi y Carlos Lugones recibieron $2.500.000 en préstamos, y coincidentemente le compraron un vehículo a otra empleada de la administración.
El costo de la informalidad laboral
La CRC advirtió también sobre riesgos legales al no dar de baja en tiempo y forma a empleados despedidos ante la ART. Esto puede implicar multas o reclamos laborales que podrían haberse evitado con una gestión responsable.
También se mencionó la inexistencia de un tratamiento equitativo entre los empleados. Algunos eran beneficiados con pagos fuera de norma mientras otros cumplían con sus tareas sin beneficios adicionales. Esta desigualdad no solo es injusta, sino que erosiona la moral del personal y genera un clima laboral tóxico.
Impacto económico directo
Las irregularidades detectadas tienen un costo concreto:
- Impacto por préstamos irregulares y sueldos inflados: $6.000.000
- Riesgos por demandas laborales y sanciones por gestión deficiente
La falta de controles internos, políticas claras y profesionalismo administrativo genera una situación insostenible.
Reflexión de la CRC
«Desconocimiento de la ley, pérdidas del 100% por despido, fallaron controles internos.»
No se trata solo de errores. Se trata de decisiones que impactan en el bolsillo de cada vecino. Lo que se pierde por gestión deficiente no se invierte en mejorar el barrio.
Un llamado a la acción
Necesitamos reglas claras, registros públicos de préstamos, planillas de fichaje obligatorias, topes para horas extras y liquidaciones revisadas por auditores externos. El Country no es una empresa privada: pertenece a todos.