Breve teoría sobre la colaboración y la competencia

 

 

Creo con mucha sinceridad que varios de los expertos de esta época no tienen idea qué significa la colaboración. Tampoco saben qué es competir. Por esto me se ve importante estructurar los principios básicos de los que piensa ayudar y competir en la era digital.

Punto de partida sobre la colaboración

La traducción de la “sharing economy” a “economía colaborativa” puso encima de la mesa una corriente de opinión sobre lo sustancial que es la colaboración entre compañias. Traducir colaborativa vs compartida es un error grave de los medios y del movimiento en este país. Pienso que la visibilidad que alcanzó el marco lingüístico de la “colaboración” va a llevar a enormes fracasos tanto desde la visión de la sociedad como de la visión de negocios, sobretodo por la incomprensión de lo que piensa ayudar entre compañias.

Pienso que igual deberíamos determinar y graduar las distintas dimensiones sobre lo que es el trabajo en grupo entre entidades o personas:

  1. Interactuar: tener una relación de trueque de información sin un propósito claro.
  2. Compartir es ceder algo tuyo de manera temporal/permanente con otra persona o agente.
  3. Cooperar (Co+operarar) es hacer una actividad de manera conjunta bajo unas reglas preestablecidas. La cooperación se enfoca en la ejecución.
  4. Colaborar (Co+Elaboración) es ponerte en concordancia para jugar con alguien para hallar un fin. En este ámbito la colaboración presupone la predisposición a diseñar las reglas y el marco sobre el que se va a trabajar. De hecho lingüísticamente ayudar supone que más o menos se colabora entre iguales.

Punto de partida sobre la competencia

Competir no es que dos empresas ofrecer un producto o servicio más o menos parecido al mercado. Concebimos en varios casos que el mercado como si fuera un único espacio delimitado y eso en la enorme mayoría de ocupaciones no es así. Desde mi criterio hay diversos tipos de rivalidad se puede competir en tres niveles:

  • Competencia centrada en productos: Tu producto/ servicio y el de otra compañía se sitúan en la misma categoría  en el mercado. La rivalidad en productos supone la búsqueda de la diferenciación, la obsesión de la virtud competitiva y la aspiración por hallar una posición dominante en el mercado y saberla proteger. Además, es imposible competir contra toda una categoría, es por esto que o tienes elementos y presupuesto invertir en competir o de todos modos no lo haces. De todos modos muchas compañias no tienen un plan de rivalidad y de cómo la abordan. Desde la visión más positivista tenemos la posibilidad de decir que competir en productos o categorías es un motor increíble del avance de la innovación en las compañias.
  • Centrada en Clientes: Compites por la importancia dentro de un cliente y por su budget. De todos modos, si eres una compañía centrada en usuarios,  de adaptas a sus pretenciones y es por esto que buscas todo el tiempo nuevos bienes y prestaciones. Competir en usuarios supone que tus cambiantes son las pretenciones, afinidad, seguridad, agradecimiento y fidelidad. La rivalidad centrada en el cliente en varios casos asume que es imposible agradar el 100% de sus pretenciones y eso otorga pie a varios contactos con otras compañias para ayudar.
  • Centrada en recursos: Compites cuando necesitas entrar a elementos limitados. Las cambiantes con las que compites son atracción, coste de adquisición, retención y avance. Hoy en día el increíble desarrollo del llamado el employer branding es una prueba de que las compañias más punteras compiten por talento. Apple y Tesla compiten por atraer el más destacable talento a sus compañias sin importar formar parte a dos categorías muy dispares de productos. De hecho estoy convencido que las compañias más punteras por el momento no compiten por categorías o usuarios, compiten por ecosistemas de ingreso al recurso más preciado: talento.

Matriz Rivalidad Colaboración

Una vez estructurado cada término podríamos comprender una matriz sobre la colaboración y la competencia:

 

  • Compito y colaboro: Muchas compañias que compiten en producto hacen proyectos colaborativos. Generalmente tiene un marco de “Asociación” y lo que se busca es hacer mejor el desempeño de una categoría. Las asociaciones expertos verticales como son ejemplos de espacios de cooperación. Es difícil hallar colaboraciones reales puesto que la prudencia impide asignar varios elementos.
  • No compito y colaboro: las proposiciones de valor de las dos compañias son complementarias. Este es el espacio natural de la colaboración. No hacen los mismo y, más allá que la compañía podría llevar a cabo lo del otro, renuncia para lograr centrarse en lo que sabe llevar a cabo bien.
  • No compito y no colaboro: las verdades creaciones están en extremos nunca pensados. Se ve que las compañias que no encuentran sinergías visibles a corto período, tienden a no ayudar, lo que les transporta a un error estratégico. Proyectos visionarios como la co-society demuestran que al extenso período estas conexiones generan creaciones disruptivas. Este es el ámbito más sustancial de exploración que muchas corporaciones dejan abandonado.
  • Compito y no colaboro: Rivalidad centrada en hallar el 100% de las pretenciones de un cliente. Esto transporta a llevar a cabo cosas que no tienes idea llevar a cabo y es el inicio de la caída de varios negocios.

Sobre estos cuadrantes tenemos la posibilidad de reforzar pero creo más sustancial emprender dos grandes cuestiones:

  1. Cuales son las reglas de la colaboración para que dos compañias la logren llevar a cabo
  2. Qué características se tienen que ofrecer para que una colaboración ande.

Pero esto en otro articulo.  😉

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