Un country es, ante todo, un espacio que promete seguridad, orden y calidad de vida. Pero esa promesa se diluye cuando el mantenimiento básico se convierte en una deuda constante, y los reclamos de los vecinos se acumulan sin respuesta. En El Venado, la desidia en el cuidado de las instalaciones se ha vuelto crónica.

La Comisión Revisora de Cuentas (CRC) detectó que no existen planes de mantenimiento preventivo, que los arreglos se hacen de forma reactiva y que muchos servicios esenciales se brindan con deficiencias o directamente no funcionan.

¿Qué implica la falta de mantenimiento?

  • Pérdida de valor de las propiedades
  • Riesgos para la salud y la seguridad de los vecinos
  • Gastos más elevados por reparaciones urgentes
  • Imagen deteriorada del country ante visitantes y potenciales compradores

Problemas concretos que evidencian la desidia

  1. Piscina comunitaria: sin controles de PH ni mantenimiento de filtros, generando riesgo sanitario.
  2. Canchas de fútbol: césped descuidado, luces rotas, alambrados vencidos.
  3. Calles internas: baches sin señalizar, falta de pintura vial, luminarias sin funcionar.
  4. Espacios comunes: bancos rotos, juegos infantiles en mal estado, plazas sin limpieza periódica.
  5. Árboles y vegetación: poda inexistente o mal ejecutada, lo que genera riesgo en tormentas.

Estos no son detalles menores: son signos de una gestión ausente que no cuida ni planifica.

¿Por qué ocurre esto?

  1. No hay presupuesto asignado exclusivamente a mantenimiento.
  2. Las tareas se realizan sin planificación anual ni proveedores estables.
  3. No existe un responsable técnico a cargo del estado general del predio.
  4. Los reclamos vecinales no se registran, no se atienden ni se responden.

¿Qué debería estar en marcha (y no está)?

  • Plan anual de mantenimiento preventivo con cronograma y responsables
  • Relevamiento técnico del estado de todas las instalaciones
  • Sistema de tickets para reclamos vecinales con seguimiento en tiempo real
  • Contratación de empresas especializadas con evaluación periódica de desempeño

El costo oculto de la inacción en Venado Country Club

Cada reparación postergada se vuelve más costosa con el tiempo. Y lo que se ahorra en mantenimiento, se paga más adelante en deterioro generalizado, reclamos judiciales o incluso accidentes evitables.

Además, los compradores evalúan el estado del country antes de invertir. La desidia afecta directamente el valor del metro cuadrado y la demanda de propiedades.

El mantenimiento es gestión, no improvisación

Una buena administración no espera a que algo se rompa. Actúa antes. Prevé, planifica y ejecuta. En El Venado, se vive una lógica inversa: solo se actúa cuando el daño ya está hecho y la presión vecinal se vuelve insostenible.

Propuestas concretas

  1. Asignar un presupuesto específico y transparente para mantenimiento general
  2. Contratar un responsable técnico matriculado a cargo de supervisar obras, servicios y estado general
  3. Crear un comité de vecinos veedores de mantenimiento
  4. Publicar trimestralmente un informe de estado de las instalaciones
  5. Implementar un sistema digital de reclamos y seguimiento

¿Quién responde por el abandono?

No es un tema estético. Es una cuestión de gestión. Y cada miembro del Consejo que permitió esta degradación sin actuar debe asumir su responsabilidad política y administrativa.

Porque la negligencia también es una forma de abandono.

Un llamado a la acción

Si queremos recuperar la calidad de vida que nos prometieron, debemos exigir una gestión presente, profesional y comprometida con el mantenimiento diario de nuestros espacios comunes.

¿Querés cambiar la historia de Venado? Sumate al reclamo.