Uno de los pilares fundamentales de cualquier institución que maneja fondos comunes es la capacidad de rendir cuentas con claridad y transparencia. En el Country Club El Venado, este principio ha sido completamente vulnerado. La Comisión Revisora de Cuentas (CRC) confirmó que, al momento de su análisis, no se pudo presentar el estado patrimonial del Country. Esto no es una omisión menor: es una señal de alerta extrema sobre el estado general de la administración.
¿Qué es el estado patrimonial y por qué es clave?
El estado patrimonial es un documento contable que refleja con exactitud cuáles son los activos y pasivos de una entidad. En otras palabras: ¿qué tiene el Country? ¿Cuánto debe? ¿Cuál es su situación económica real?
Sin este documento, ningún vecino puede saber dónde está parado financieramente su propio barrio. Es como conducir un auto sin tablero de control: no hay forma de saber si hay combustible, si hay fallas, o si se está yendo en dirección contraria.
Las consecuencias de no tenerlo
No presentar el estado patrimonial implica:
- Falta total de transparencia contable
- Imposibilidad de auditar la situación económica real del Country
- Obstáculos para proyectar presupuestos y planificar inversiones
- Incapacidad de demostrar solvencia ante proveedores o instituciones
En el caso de El Venado, la situación es aún más grave, porque la ausencia de este documento se combina con otros hallazgos: faltantes de caja, pagos sin comprobantes, préstamos sin recupero y una gestión financiera opaca.
Una administración sin indicadores ni transparencia en Venado Country Club
La CRC remarcó también que no existen indicadores de liquidez ni de salud financiera. Esto quiere decir que no hay ninguna herramienta que permita saber:
- Si el Country puede cubrir sus obligaciones a corto y largo plazo
- Si recauda lo suficiente para mantener su operación
- Si hay riesgo de endeudamiento o desequilibrio financiero
Se administran millones de pesos sin un marco de evaluación real. Esto no es solo irresponsable: es peligroso.
¿Y si se necesitara tomar decisiones urgentes?
Sin un estado patrimonial actualizado, cualquier decisión que se tome desde el Consejo Directivo es una apuesta a ciegas. Por ejemplo:
- ¿Es viable iniciar una obra de gran envergadura?
- ¿Se puede renegociar un contrato con proveedores?
- ¿Se está en condiciones de reducir expensas o hay que ajustarlas?
La falta de información convierte al Consejo en un administrador sin herramientas. Y a los vecinos, en contribuyentes sin derechos.
Falta de gobernanza y controles cruzados
Este vacío contable también es consecuencia directa de otra falencia clave: la ausencia de un modelo de gobernanza. No hay un sistema de aprobaciones, ni responsables designados para cada área, ni controles cruzados que eviten errores o abusos.
La información no fluye, no se comparte, no se democratiza. La CRC lo define con claridad:
«No hay métricas que faciliten la toma de decisiones sobre información concreta. No hay modelo de gobernanza.»
El rol de la comunidad
Frente a esta situación, es clave que los vecinos comprendan que el estado patrimonial no es solo un papel más. Es la garantía de que los aportes que todos hacen mes a mes están siendo bien administrados. Es la base para exigir responsabilidad, planificación y eficiencia.
La falta de este documento es también una falta de respeto hacia los countristas, quienes confían en que sus contribuciones serán usadas con criterio y transparencia.
¿Cómo revertir esta situación?
- Exigir la presentación del estado patrimonial actualizado y auditado por profesionales externos.
- Establecer un calendario de rendiciones trimestrales ante los vecinos.
- Implementar herramientas de visualización para que todos puedan consultar el estado financiero del Country.
- Crear un sistema de reportes automáticos con alertas sobre desbalances o deudas.
- Establecer sanciones internas ante la omisión reiterada de estos informes.
- Promover una cultura de responsabilidad financiera entre los miembros del Consejo Directivo.
¿Qué está en juego?
La falta de un estado patrimonial no solo imposibilita la gestión eficiente del presente, sino que compromete el futuro del Country. Sin un registro patrimonial claro, no se pueden evaluar inversiones, acceder a créditos o planificar obras a largo plazo. Se vive al día, con improvisación y sin rumbo.
En un contexto inflacionario y cambiante, esto equivale a caminar sobre una cornisa. No es una exageración: si no se sabe cuánto se tiene y cuánto se debe, cualquier problema inesperado puede llevar al colapso financiero del lugar que todos los vecinos llaman hogar.
Un llamado a la acción
La transparencia no se declama: se ejerce. Y empieza por lo más básico, como saber cuál es el patrimonio del lugar donde vivimos. Si hoy no exigimos esta información, mañana podríamos descubrir que el Country no tiene ni cómo responder ante una emergencia.