El uso de canchas deportivas externas puede ser una buena alternativa cuando las instalaciones internas no alcanzan. Pero eso no justifica que se paguen sobreprecios ni que se firmen contratos desventajosos sin control alguno. Eso es exactamente lo que ocurrió con el alquiler de la cancha Noble Fútbol en el Country Club El Venado.
La Comisión Revisora de Cuentas (CRC) descubrió que se está pagando por este servicio un valor por encima del mercado, sin trazabilidad clara de si ese gasto es cubierto por quienes efectivamente utilizan la cancha o si, una vez más, es financiado por toda la comunidad sin saberlo.
¿Qué se está pagando?
El contrato vigente indica una tarifa de $534.000 + IVA por hora de uso, cuando la misma cancha puede reservarse en la página oficial por $275.000 para el mismo horario (tarde/noche). Esto representa un 94% de sobreprecio respecto al valor público.
Simulando un escenario básico:
- 3 horas por semana
- 4 semanas por mes
- 9 meses al año
→ Se paga un total estimado de $69.783.120 anuales. Si se negociara a valor de mercado ($380.000), se podrían ahorrar casi $29 millones, que podrían destinarse a mejorar otras actividades deportivas o reducir expensas.
El problema de fondo: falta de trazabilidad
Uno de los hallazgos más graves es que no se puede determinar con certeza si los usuarios de la cancha cubren el total de ese costo. La liquidación de expensas y cargos deportivos es opaca. No queda claro:
- Qué porcentaje se recupera vía cuotas
- Qué parte absorbe el Country en su conjunto
- Cómo se imputan esos pagos mensuales
Esto genera una sensación de injusticia: vecinos que no practican fútbol terminan subsidiando una actividad que no utilizan.
Irregularidades en la facturación
- En mayo 2025 se pagó por un día feriado (1° de mayo) donde no hubo actividad deportiva: $1.764.180 que debieron haberse descontado.
- La factura se emitió igual, se rechazó el reclamo y luego fue reconsiderado tras presión de la CRC. El descuento debería verse reflejado en la siguiente liquidación.
- Los incrementos aplicados en los valores por hora no respetan los índices oficiales de inflación (IPC). Los aumentos fueron superiores y sin justificación técnica ni contractual.
Falta de gestión y ausencia de negociación por parte de Venado Country Club
La CRC también señaló la falta de una figura negociadora del lado del Country. Se aceptaron los términos y aumentos del proveedor sin revisión ni contrapropuesta. Esto revela una actitud pasiva y perjudicial para los intereses de todos los vecinos.
«Falta de figura negociadora con este proveedor. Aprobación de gastos sin chequeo previo.»
Además, las condiciones contractuales no están disponibles para los countristas. La opacidad es total.
¿Qué se debería hacer?
- Auditar todos los contratos vigentes con proveedores externos
- Transparentar los costos reales de cada actividad deportiva
- Asegurar que quienes usan el servicio lo financien proporcionalmente
- Renegociar contratos con base en valores de mercado
- Incorporar una cláusula de revisión semestral con métricas reales de uso y costo
¿Qué está en juego?
No solo se trata de malgastar el dinero de todos. Se trata de establecer precedentes peligrosos donde proveedores fijen condiciones unilaterales sin oposición. La falta de control y negociación expone al Country a abusos futuros.
También se pierde la posibilidad de planificar mejor: esos millones podrían haberse usado para financiar torneos internos, mejorar las canchas propias o fortalecer la oferta deportiva general del predio.
Un llamado a la acción
No se trata de ir en contra del deporte ni de quienes lo practican. Se trata de que el gasto sea justo, equitativo y transparente. Si no exigimos control hoy, mañana seguiremos pagando de más por decisiones que no elegimos.